Principios de la defensa personal

Iniciado por viajero2008, 16 de Marzo de 2013, 11:17:11 AM

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viajero2008

Hola estimados compañeros, comparto con ustedes un articulo de interes para los usuarios legitimos de armas de fuego y para todo aquel que se preocupa por su defensa personal. saludos.

PRINCIPIOS DE LA DEFENSA PERSONAL - Por Jeff Cooper
(Basado en la traducción de P. Martín Molo, Buenos Aires, Argentina)
Publicado en la revista argentina tiro deportivo y en fcperu.com

"Un hombre desarmado solo puede escapar ante la MALDAD, y la maldad no puede ser vencida porque no es enfrentada." –  Jeff Cooper  


Introducción
Algunas personas atacan a otras. Nos guste o no, es un hecho. Siempre fue así y no cambiará. El número de psicópatas en una población dada, varía ampliamente, pero para simplificar podemos asumir que sea uno cada cien, y no erraremos por mucho. Un aproximado de una persona por cada cien iniciara, bajo ciertas  circunstancias, un ataque violento sobre otra persona, quebrantando la ley, por las razones que serán suficientes para él en ese momento.

Tome la cantidad de población masculina activa de su ciudad, divídala entre cien y tendrá un número bastante cercano al número posible de contactos que podría llegar a tener con gente dispuesta a romperle la cabeza. No es pertinente discutir la matemática de este cálculo. Quizás sea erróneo para su lugar en este momento. Pero cualquiera que esté atento al ambiente que lo circunda sabe bien que el peligro de un ataque existe, y que existe en cualquier tiempo y lugar. La policía, por cierto, solo puede protegerlo de esto ocasionalmente. El autor asume que el derecho a la legítima defensa existe. Algunas personas no. Este libro no es para ellas. Es para aquellos que sienten que cualquiera que elija atacar física mente a otro ser humano, lo hará bajo su propio riesgo.

En algunas jurisdicciones se sostiene que la víctima de un ataque debe ante  todo, tratar de escapar. Este es un muy bonito consejo legalista, pero muy a menudo, tácticamente es un consejo sin sentido.

Para el momento que uno ha intentado por todos los medios de evadir el ataque, puede ser muy tarde para salvar su vida. Las leyes varían, y no pueden ser memorizadas enciclopédicamente todas; en cualquier caso, no estamos aquí para discutir jurisprudencia, sino supervivencia. Si uno esta vivo después de un ataque, asumiremos que él esta mucho mejor que si no, aun si después tuviera que enfrentar acciones legales. El delito violento solo es posible si sus victimas son cobardes. La victima que resiste hace a todo el "negocio" poco practico.

Es verdad que una victima que se resiste puede sufrir por eso, pero una que no resiste, casi con certeza que sufrirá por eso, Y sufrimiento o no, el que resiste conserva su dignidad y autoestima.

Cualquier estudio sobre las atrocidades que sucedieron en años recientes: Starkweather, Speck, Manson, Richard Hickcok y Carl Smith, entre otros, muestra de inmediato que las víctimas, debido a su terrible ineptitud y a su cobardía, virtualmente ayudaron en sus propios asesinatos. ("No los hagas enojar, Martha, así no nos lastimaran"). Un hombre que se precie de tal no puede someterse a amenazas.

Pero muchos hombres que no son cobardes, simplemente no están preparados para actos de salvajismo.  Ellos no han pensado en eso (por increíble que le parezca esto a quien lee el diario o escucha las noticias) y simplemente no saben que hacer. Cuando ellos miran directo a los ojos de la depravación o la violencia, quedan atónitos y confundidos. Pero esto se puede arreglar.

Las "técnicas" de combate personal no son tratadas en este trabajo. Las llamadas "artes marciales" (box, karate, palo, tiro con pistola, etc.) son estudios completos en si mismos y deben ser adquiridos por medio de los  adecuados programas de instrucción, entrenamiento y práctica con un buen instructor. Le convendría considerarlo a todo hombre y mujer que se esté físicamente apto. Pero el asunto de este trabajo es mucho más básico que la técnica, es un estudio en los principios que guían a la supervivencia al enfrentar una violencia no provocada de parte de otras personas que están fuera de la legalidad.

Táctica y estrategia están subordinadas a los principios de la guerra, así como el combate defensivo individual esta subordinado a los siguientes principios de la defensa personal.  


Principio  uno: ATENCIÓN    
"Un comandante puede ser perdonado por ser derrotado, pero no por haber sido sorprendido".
 
Esta máxima es de las primeras en ser asentadas entre los nuevos oficiales. Es igualmente aplicable a los individuos que aspiren a un cierto grado de seguridad física dentro de nuestra sitiada sociedad de hoy. La atención es, en cierto grado, un rasgo inherente de la personalidad, pero sin embargo puede ser aprendido y mejorado. Una vez que aceptemos que nuestro prosaico y familiar entorno es, de hecho, peligroso, automáticamente nosotros afilaremos nuestros sentidos. Dos reglas son inmediatamente evidentes:
- Sepa que hay detrás suyo, y
- preste atención a cualquier cosa que este fuera de lugar.

Es evidente que la dirección de ataque más probable sea desde atrás. Este alerta a esto. Desarrolle "ojos en la nuca". Erich Hartmann, El piloto alemán de la segunda guerra mundial, y que sin dudas fue el mas grande piloto de combate de todos los tiempos (1405 misiones de combate y 352 victorias confirmadas), sentía que él había sobrevivido a causa de tener una "nuca súper sensitiva"; y por el contrario, decía que el 80 % de todas sus víctimas nunca supieron que estaba en el mismo cielo con ellos.

El combate aéreo no es lo mismo que la defensa personal, pero el principio aplica. La gran mayoría de las victimas del delito violento son tomadas por sorpresa. El que anticipa la acción, gana. El que no, pierde. Aprenda de la experiencia de otros y no deje que lo sorprendan. Hágalo como un juego. Haga un grafico. Cada vez que alguien logra acercarse hacia usted sin su conocimiento, marque una X. Cada vez que vea a alguien acercarse antes que él lo vea, marque una O. Mantenga las "O" delante de las "X". Un mes sin "X" establece la formación de hábitos correctos. Observe a su gato. Es difícil sorprenderlo. ¿Porqué? Naturalmente su oído superior es parte de la respuesta, pero no toda. Se mueve bien, usando sus sentidos por completo. Él no está preocupado con otras cosas sin importancia para ese momento en particular. Su gato no está pensando en su trabajo, o su imagen o en su impuesto a las ganancias. Pone las cosas importantes primero, su seguridad física sobre todo. Haga lo mismo. Están los que objetaran el humor que les genera este consejo. Se quejaran que ellos no quieren vivir de esa manera.  No están obligados a ello. Pueden rendirse. Pero es un mundo salvaje, y si uno quiere desenvolverse en el, debe acomodarse a el.

Cualquier cosa fuera de lugar puede ser una señal de peligro. Ciertamente, cualquier desconocido que se acerque a su hogar debe ser mirado de reojo. En el 99% de todos los casos, será alguien inofensivo, ¿pero estará usted preparado para ese 1% que no lo es? Ciertas cosas son obvias:
- Un auto desconocido estacionado por largos periodos de tiempo con gente en su interior que no se baja, y con línea de visión hacia la ubicación de usted.
- Un auto que mantiene una distancia más o menos constante detrás suyo, aunque usted varíe su dirección y su velocidad, jóvenes en grupos, generalmente sin mujeres, que están en un lugar sin hablar.

Estas cosas deberían encender una primera alarma en cualquier persona, pero existen muchas otras señales a ser leídas por alguien atento:

- Cualquiera que rehúya la mirada, furtiva o agresivamente, o que se sobresalte a su paso, debe ser explicado.
- Cualquiera que lo esté observando atentamente, debe ser explicado.
- Cualquiera cuyo comportamiento parece estar dirigido a usted, o que reacciona influenciado por las acciones de usted debe ser explicado.
- Cualquiera que demuestra esforzarse por no perderlo de vista a usted o por acercársele sin ser notado, o exhibiendo una actitud o rol poco tan natural con su función con propósito de acercarse a usted para poder acercarse hacia usted "justificadamente".

Si la explicación no lo satisface, este listo para tomar una acción defensiva apropiada. Una trampa de uso común por parte de los delincuentes es lograr el ingreso a la vivienda con falsos argumentos. Cualquier persona que se presente en su puerta le puede decir que es un plomero, técnico de un servicio público  o un inspector de uno u otro tipo. Resultando más efectivo cerciorarse de la veracidad llamando por teléfono a la entidad involucrada. Muchas veces es poco práctico el verificar credenciales, pero siendo consciente que la gran mayoría de las credenciales pueden ser fácilmente falsificadas, uno esta suficientemente protegido de cualquier sorpresa. Alguien fuerte solo debe estar atento, el que es más débil debe tomar más precauciones.

En la calle, no deje que ningún extraño le tome su mano. Permitirle a un potencial atacante que obtenga un agarre firme de su mano fuerte, es darle una posible y fatal ventaja. Use sus ojos. No ingrese usted hacia las áreas  desconocidas que no pueda mirar primero. Hágase un habito de doblar las esquinas separado de la pared, use los vidrios de las vidrieras y cualquier otra superficie reflejante que este apropiadamente ubicada para obtener visión trasera, y tenga algo sólido atrás suyo cuando haga una pausa.

Todo esto le puede sonar excesivamente furtivo y algo melodramático, pero aquellos que han cultivado lo que podríamos llamar un enfoque táctico de la vida, no lo encuentran ni problemático ni conspicuo. Y así como ponerse el cinturón de seguridad, un salvavidas, o tener un extintor de fuego es algo que te da tranquilidad, aun cuando no sea necesario. No es necesario decir siquiera, que ninguna persona inteligente abrirá la puerta de su casa sin saber antes quien llama. Si su entrada no permite una evaluación visual del que llama, cámbiela.

Las estadísticas podrían mostrar que es pequeña la posibilidad de que una amenaza este esperando afuera, pero las estadísticas serán de poca ayuda o consuelo después que descubra que su caso es la rara excepción.

Las anteriores sugerencias solo son ejemplos tomados al azar en los cuales el principio de atención es puesto de manifiesto. Las situaciones posibles son incontables y es imposible hacer recomendaciones específicas para cubrirlas todas. Lo esencial es tener en mente que los problemas pueden aparecer en cualquier momento. Este preparado. Este alerta


Principio  dos: DECISIÓN
Es difícil para un hombre civilizado el cambiar en un instante a ser uno que puede tomar una acción rápida y decisiva para enfrentar una emergencia violenta.

Para la mayoría de nosotros no es común tener emergencias violentas - en  especial para aquellas que solo pueden ser resueltas por el uso de la fuerza y la violencia de nuestra parte - y esas emergencias requieren un esfuerzo mayúsculo de voluntad para transformarnos de gallinas en halcones.

La decisión, el estar resuelto, como el estar alerta, es en cierto grado una característica personal, pero al igual que la atención, puede ser acentuada. En el combate formal esta es suministrada – o debería serlo - por ordenes apropiadas del comando. En los casos de defensa personal, debe ser auto-generada, y ese es el problema. Cuando "la bola empieza a correr"– cuando es evidente que enfrenta un ataque físico violento - su vida dependerá de que usted tome un curso de acción correcto y que lo lleve a cabo sin dudar ni desviarse. No puede haber vacilación. No hay tiempo. Ponderar el tema sea posiblemente perecer. Y es importante recordar que la acción específica que usted decida es, dentro de ciertos parámetros, menos importante que el vigor con que la ejecute.

La dificultad es que el curso de acción correcto cuando uno está bajo un ataque, usualmente es contra atacar. Esto funciona al revés de nuestro "normalmente" civilizado comportamiento, y tamaña decisión es bastante difícil de alcanzar aun para una persona decidida. A falta de las experiencias personales, las que la mayoría de nosotros preferirá no amasar, la mejor manera de cultivar esa decisivamente táctica decisión es a través de la hipótesis: "Que haría yo si..." pensando tácticamente, podremos arribar a soluciones tácticas correctas, y la practica –aun la practica teórica- tiende a producir confianza en nuestras soluciones, las cuales a su vez, hacen mas fácil y más rápido, llegar a una decisión.

La ley inglesa común, fuente de nuestro sistema judicial, sostiene que usted puede usar la fuerza y violencia que sea necesaria para prevenir que un atacante lo mate o lo hiera gravemente, o a su esposa , o a su hijo, o a cualquier otro inocente .

Usted no puede perseguir a su atacante, con intención de matarlo, tampoco puede dar un golpe innecesario, pero si alguien está tratando de matarlo, usted esta justificado en matarlo para detenerlo, si no hay otra manera de hacerlo. Esto esta puesto aquí de la manera más simple posible y como la ley es eminente mente razonable, los aspectos legales de la legítima defensa personal no deberían detenernos al formular una decisión defensiva que sea apropiada. Debemos estar seguros que nuestro atacante quiere matarnos o mutilarnos, que es físicamente capaz de hacerlo, y que no hay otra forma de poder detenerlo sin "Abatirlo". Estas condiciones pueden certificarse en un instante.  Entonces podremos proceder (a propósito: la violación es considerada general mente una "herida grave" en este asunto. Un hombre que claramente intenta una violación, puede ser herido o muerto para evitar que cumpla su cometido, si ninguna otra acción fuera suficiente) Entonces, cuando esta bajo un ataque, es necesario evaluar la situación y decidir instantáneamente un curso de acción apropiado, para ser llevado a cabo inmediatamente, con toda la fuerza que sea capaz. Aquel que duda, realmente esta perdido. No lo medite. No se demore. Sea DECIDIDO, Sea decisivo.  


Principio  tres:  AGRESIVIDAD
Cuando nos defendemos no somos nosotros quienes iniciamos la violencia. Debemos garantizarle a nuestro atacante la gran ventaja de dar el primer golpe, o al menos que intente hacerlo. Pero, de allí en adelante, podemos devolverle la atención con lo que idealmente seria una violencia aplastante. "La mejor defensa es un buen ataque". Esto es verdad, y debido a que no podemos aplicarlo estrictamente a una conducta de defensa personal, podemos proponer un corolario: "La mejor forma de defensa personal es un contraataque explosivo". Aquellos que no entienden de lucha sugerirán que el número, el tamaño, la fuerza o el armamento, pueden invalidar esta instrucción. Insistirán que el agresor no atacara a menos que tenga una decisiva ventaja de fuerza. Es posible, pero de ninguna manera es siempre o aun usualmente cierto. Considere el caso Speck, en el cual las victimas excedían en número al asesino en la proporción de 8 a 1. Ellos si disponían de más fuerza de la necesaria para salvar sus vidas, pero solo si hubieran dirigido esa fuerza violenta y agresivamente contra el asesino. No lo hicieron. Existen incontables ejemplos.

La victoria de una explosiva respuesta por un sujeto obviamente más débil contra una fuerza superior es fácil de ver en mundo animal. Un Poodle corre a un ovejero alemán fuera de su propiedad. Un pequeño pajarito espanta a un halcón merodeador. Un wolvering de 25 Kg. Espanta a toda una manada entera de lobos de una presa que tardaron horas en cercar. Y eso es porque La agresividad conlleva con ella un incalculable margen moral en cualquier combate ofensivo o defensivo. Y el hecho que el asaltante no espera agresividad de parte de su victima, usualmente le toma desprevenido.  Si la posible victima esta armada, la habilidad se convierte en un factor más crítico que el número de atacantes. Un hombre dotado con un arma de puño confiable y poderosa y que este altamente calificado en su uso, puede arruinar un ataque de un pelotón de rifles torpemente montado si toma la iniciativa de una manera agresiva e instantánea. Por supuesto, este tipo de habilidad es rara, aun (o quizá deba decir especialmente) entre nuestros protectores uniformados, pero puede adquirirse. Se han hecho grandes avances en años recientes en la teoría de la defensa con armas cortas. Los resultados están disponibles para quien sepa apreciar los. Pero nunca asuma que simplemente por tener un arma eso hace de usted un tirador. Usted no está mejor armado por llevar un arma como no se es un músico por poseer una guitarra.

En un caso reciente, un alumno mío me refirió fue asaltado por otros cuatro hombres armados con revólveres mientras él guardaba su auto en su casa después de volver de una fiesta que termino tarde. Porque, un poco fuera de practica, él violo (o solo olvido) todos los principios de defensa personal menos uno, y ese fue el de el principio de agresividad. Al primer disparo, él se tiro al piso con una rápida y pesada carga de fuego de su parte (hizo 22 disparos en menos de 20 segundos) y lo hizo de tal forma, que sus posibles asesinos entraron en pánico y huyeron. Él hizo mal la mayoría de las cosas, pero su reacción explosiva al ataque ciertamente salvo su vida.

Ahora, ¿cómo cultivamos una respuesta agresiva? Creo que la respuesta es la indignación. Lea los diarios. Vea las noticias. Esa gente no tiene derecho a victimar a ciudadanos inocentes. No tienen derecho a ejercer violencia sobre usted. Ellos son malas personas y usted esta total- mente justificado en quejarse por su comportamiento al punto de enfurecerse por eso. Su respuesta, si usted es atacado, no debe ser el temor, debe ser la ira. Estas dos emociones se encuentran muy cerca entre si y tranquilamente puede convertir una en la otra. En este punto su vida depende de su propia habilidad para poder bloquear todo pensamiento del peligro en que se encuentra, y concentrarse totalmente en la destrucción de su enemigo. La ira le permitirá hacerlo. La anciana que espanta a un ladrón armado pegándole con su bolso es con ira, y bien por ella! Lo antedicho no es obviamente la actitud más aprobada en los círculos sociales actuales. Eso no tiene importancia. Lo que si nos importa aquí es simplemente la supervivencia. Después de haber hecho los arreglos para nuestra supervivencia, podremos discutir sociología. Si alguna vez tiene la mala fortuna de ser atacado, estar alerta le dará una pequeña advertencia previa, la decisión le dará un posible curso de acción, y si este curso de acción es contraatacar, llévelo a cabo con todo lo que tenga! Indígnese. Enójese. Sea agresivo.
 

Principio  cuatro:  VELOCIDAD
La velocidad es la "esencia" misma de cualquier forma de combate, desde un match de esgrima hasta de una guerra, como la guerra de los seis días (la falta de velocidad es lo que la historia dirá fue la causa por la que perdimos en Vietnam) Napoleón I dijo: "podré perder una batalla, pero nunca perderé un minuto" La defensa personal acelera mas las cosas. Debemos decir: "Quizá pierda esta pelea, pero no perderé este segundo!" Aparentemente una fuerza aplastante no es importante si no es llevada a cabo antes que el atacante. En nuestro Viejo oeste decían "hazle a los otros lo que quieran hacerte, pero hazlo primero" Amen. Aquí otra vez decimos que este ensayo trata solo con la defensa y que ni la ley ni la moralidad nos justifica/autoriza a que podamos abatir a alguien en el piso porque nosotros pensamos que podría atacarnos. Sin embargo, en el mismísimo momento en que sabemos que nuestro asaltante intenta provocarnos un daño físico serio, debemos trabajar tan rápido como podamos. Si ya nos ha disparado, debemos dispararle y pegarle antes que él pueda disparar nuevamente. Si nos esta amenazando con usar la fuerza contra nosotros, tenemos la venta ja del tiempo de reacción sobre él. La apuesta de la defensa personal es su propia vida. Usted no puede permitirse jugar bajo reglas "deportivas". Sea rápido, no justo. Haga trampa, ningún referí detendrá el juego. La pelea perfecta es aquella que termina antes que el perdedor entienda realmente que es lo que esta pasando. La defensa perfecta es un contraataque que tiene éxito antes que el asaltante se de cuenta que ha mordido mas de lo que puede masticar. Por lo tanto, si es que usted es atacado, contra ataque inmediatamente, Sea fulminante, sea rápido. La velocidad es su salvación.
amat victoria curam

viajero2008


Principio cinco  SERENIDAD (y si son usadas armas de fuego, PRECISIÓN) 
Usted debe mantener su cabeza fría. Si pierde la serenidad bajo un ataque mortal, probablemente no sobreviviría para dar excusas, así que usted no se moleste en improvisar ninguna...solo mantenga su cabeza fría. La ira, mientras sea controlada, no es impedimento para la eficiencia. Autocontrol es algo que los psicópatas usualmente no poseen. Use su autocontrol para la perdición de ellos. Si usted contraataca utilizando sus manos, úselas con cuidado (recuerde que un golpe con su puño en la cabeza de su enemigo, usualmente arruinará su mano. Un dedo en el ojo es más fácil, seguro y seguramente mas decisivo) Si improvisa un arma con objetos que tenga a mano, úselos de manera de causar daño sin tener que perderlos o romperlos.
La punta de la mayoría de las armas improvisadas, desde un paraguas hasta atizadores, son usualmente más efectivos que los bordes, y pueden ser usados mas sorpresivamente y sin exponerse que durante un golpe con estos últimos. Una punta roma debe ser dirigida a la cara o la garganta. Hágalo cuidadosa, tranquila y fuertemente. El arma defensiva ideal es la pistola de servicio, sin embargo una escopeta puede muy bien superarla para defensa del hogar, si tenemos el tiempo suficiente para tomarla. Si tiene la buena fortuna de tener acceso a cualquier tipo de arma cuando es atacado, recuerde que cualquier arma es tan buena como su habilidad para mantener su cabeza fría y dispararla con certeza.

Mi alumno antes mencionado en el Capitulo Cuatro, no disparo con cuidado, y sobrevivió en gran medida por pura suerte, pues sus atacantes dispararon tan descuidadamente como él lo hizo. Pero no podemos contar siempre con la mala puntería de nuestro enemigo.  Los sicópatas son usualmente malos tiradores, pero no siempre. Clyde Barrow era muy bueno. Otro alumno mío lo hizo mucho mejor: Para empezar, escuchó al auto de los asesinos en el rocío del amanecer. Él estaba alerta aún a esa hora temprana. Ya inmediata mente estaba de pie, pistola en mano. A través de las persianas vio a dos hombres acercarse rápidamente hacia su puerta, uno con una escopeta y el otro con una pistola ametralladora. Él decidió que ese tipo de visita, con ese equipamiento y a esa hora no necesitaba mayores explicaciones.  Ël Abrió sorpresivamente la puerta y se puso a trabajar, él se recordó permanecer calmo y disparar con precisión.  Los dos asesinos murieron sobre sus pasos, el dueño de casa recibió seis perdigones en su pierna. Los atacantes superaban en número y en poder de fuego a su víctima, pero aun así fueron derrotados y destruidos por un hombre que hizo todo bien.

Cuando un policía entrenado con mucho dinero de una gran ciudad falla los seis tiros disparados a un delincuente alejado a poco más de unos 3 m. de distancia (y no piense que esto no sucede) su desacierto no es debido a su inhabilidad técnica de acertarle a un blanco de ese tamaño a esa distancia, ya que demostró en el polígono que puede hacerlo. Su falla, y a menudo su consecuente muerte, es debido a su falta de concentración en su puntería, la pérdida de su serenidad.

La habilidad de permanecer sereno bajo presión es más fácil para algunas personas que para otras. Pero de ninguna manera esta fuera del alcance de cualquiera, de hecho es la primera aptitud de un hombre que Kipling pide en su inmortal poema "If". Esto queda ilustrado maravillosamente cada vez que un jugador de fútbol americano calmadamente elige y pasa la pelota a otro jugador bajo la amenaza de quinientos kilos de otros músculos rápidos como gatos y duros como roca a solo unos pasos de distancia. Es un tema de voluntad. Si usted sabe que puede y debe mantener fría su cabeza, probablemente mantendrá su cabeza fría. Para entrenarse uno mismo para hacer esto se requiere cierta dedicación. Hay ciertos tipos de deportes que son excelentes para cultivar esta virtud: por supuesto el fútbol americano en particular. También el Paint ball. En segundo orden son el Navegar, volar, carreras de autos y alpinismo son buenos también. Pero en mi opinión la mejor forma de cultivar esta virtud es a través de la caza de medianos y grandes animales y un hombre que ha logrado hacerlo con éxito, que la ha conquistado, se puede garantizar que disparara cuidadosamente bajo presión. Aunque es cierto que un ciervo no contestara el fuego, esto es menos importante de lo que a primera vista puede suponerse. Si el cazador no acierta su disparo, el ciervo desaparecerá enseguida, y por extraño que parezca, el temor de fallar deportivamente es usualmente mayor que el miedo a la muerte. Este sorprendente punto es fácil de probar: El tirador de pistola promedio trabaja y entrena mucho mas duro para ganarse una pequeña copa de bronce que lo que el policía prome- dio trabaja y entrena para adquirir una habilidad que podría salvar su vida. No todos los "cazadores" lo logran por un tema de voluntad: Los bosques están llenos de mucha gente armada con rifles y escopetas, con camuflada y/o rojas chaquetas, pero no por ello son CAZADORES en todo el sentido de la palabra. El tirador / cazador realmente experto es un muy buen hombre para tener de nuestro lado. Bajo cualquier tipo de ataque, manténgase calmado. Y si debe disparar, dispare con precisión.

     
Principio  seis:  SEA IMPLACABLE / DESPIADADO
Cualquier individuo que intencional y maliciosamente ataca a otro sin motivo, causa/justificación suficiente, no merece consideración.   Aunque en tanto preceptos morales y legales se imponen contra la llamada "sobre reacción", estamos totalmente justificados en valorar más la vida y la persona de una victima, que la vida del funesto agresor. El atacante debe ser detenido. De una vez y completamente. Quien es, porque eligió ser un delincuente, sus antecedentes sociales, su motivación ideológica o psicológica y la magnitud de las heridas en que incurrió como resultado de sus actos: todo eso podrá ser considerado en algún momento mas adelante. Ahora, nuestra principal preocupación es permanecer vivos. Deje que el atacante se preocupe por su propia vida. No se detenga. Golpeelo hasta que el no sea capaz de tomar otra acción en su contra, pero vea que ha sido detenido. La ley le prohíbe que tome venganza, pero le permite prevenir. Las acciones que usted tome para impedir o prevenir más ataques por parte del delincuente, mientras este sea capaz de atacarlo a usted, son justificadas. Solo manténgase determinado, no se detenga por creer que ya es "suficiente".  Él aun puede matarlo a usted.  Un hombre armado, especialmente si lo está con un arma de fuego, es peligroso mientras este conciente.  No corra riesgos.  Póngalo fuera de combate. Si usted debe usar sus manos para golpearlo, úselas con toda la fuerza que posea. Golpearlo a él, débilmente por miedo a herirlo, lo pondrá, efectivamente más furioso y como ya ha mostrado su intención de matarlo, se esforzara aun más ahora que le ha dado un golpe doloro- so pero "no decisivo".  Si usted opta por golpearlo, por lo que mas quiera, golpee fuerte. 

Esto también se aplica cuando disparamos para defendernos. Si se justifica que dispare, se justifica que mate en todas excepto algunas circunstancias obvias. No trate usted de impresionarlo. Dispare al centro de la masa. El mundo esta lleno de gente decente. Podemos vivir sin delincuentes.

Demasiado seguido escuchamos, especialmente de ciertos voceros policiales quienes, me parece, deberían conocer mejor el tema, que ante el hecho de ser victimado, la victima no debería ofrecer resistencia, por temor a enojar al asaltante.

Pero quizá deberíamos ignorar el pedido de cobardía hecho aquí. La palabra "Honor" puede, en efecto, ser ahora para muchos una palabra obsoleta, así que consideremos solo los resultados de casos estudiados:

- Los invitados a la fiesta de Sharon Tate no se resistieron.
- Los Starkweather no se resistieron.
- Los La Bianca se no resistieron. 
- Dan Mitrione se no resistió.

Todos ellos fueron finalmente asesinados. La próxima vez que un "experto" me diga que no me resista, podría ponerme insultante con él. Aparte de las posibilidades que de todas maneras usted puede ser asesinado aunque su someta a las amenazas, parecería –especialmente en la permisiva atrocidad del mundo de hoy- que quizá sea su deber social resistirse. Pues la ley parece absolutamente poco dispuesta a desalentar el delito violento.

El psicópata que lo ataque tiene poco que temer, en este momento, ya sea a la policía o a las cortes de justicia. El jefe del departamento de  policía de Washington DC ha puesto por escrito que:

"El mayor y real riesgo que un asaltante enfrenta es la posibilidad que su víctima este armada y pueda disparar al delincuente" (U.S. News and World report, 08 DIC 1969 pág. 35).

El significado es claro. Si el delito violento no es enfrentado, es solo la posible victima quien puede hacerlo. El delincuente no le teme a la policía, ni tampoco al juez o al jurado.  Entonces a lo que debe aprender a temerle es a su victima. Si un criminal lo ataca a usted y  puede escapar para seguir viviendo y disfrutando del producto de su crimen, razonablemente concluirá que puede hacerlo nuevamente. Al someterse a él, usted no solo arriesga su vida, sino que también pone en peligro la vida de otros. El primer hombre que se resistió al criminal del caso Starkweather, después que este cometió otros 11  asesinatos, lo venció fácilmente y sin salir herido.  Si este hombre hubiera sido el primero en ser acosado, once personas inocentes podrían estar vivas.

El "cuidado y las consideraciones" que se les tiene y da a los asesinos nos ha llevado a una encrucijada. Si ello es realmente una política justa y astuta (y podemos tener serias razones para dudarlo),  dejémosle eso al sistema judicial. Cuando su vida este en peligro, olvídelo. Si usted se llegara a encontrar bajo un ataque mortal, no sea usted amable, sea recio. Sea duro. Sea implacable. Sea despiadado.
   

Principio  siete: SORPRESA
Este principio esta puesto al último a propósito, ya que la sorpresa es el primer principio del combate ofensivo. Sin embargo, el privilegio de dar el primer golpe es un lujo que usualmente debemos otorgarle a nuestro atacante, así que en cierto sentido no puede haber una sorpresa estratégica en la defensa. Pero esto no significa que el defensor no pueda alcanzar una sorpresa "táctica". Haciendo lo que nuestro asaltante menos espera que hagamos, lo podemos sacudir completamente.

Como hemos visto, lo que él asaltante menos sospecha es encontrar un violento e instantáneo contraataque, así que el principio de la agresividad está muy ligado al de sorpresa. Un cómico episodio de una película nos muestra a un cajero de banco debatiendo la escritura de una nota que le pasa un ladrón por su ventanilla. Todo el asunto cambia de ser un robo a una discusión de si el dinero debe entregársele aun con una nota tan mal escrita. Muy poco probable, por supuesto, pero es estimulante.  Lo inesperado es desconcertante. Un delincuente desconcertado esta en ese preciso momento temporal menos a cargo de sus pensamientos que en el momento justo antes o justo después. En ese momento, su victima puede dar vuelta la tortilla. Realmente, puedo señalar que en cada defensa contra un ataque violento que yo conozca y haya tenido éxito –y he estudiado este tema por espacio de tres décadas- El atacante fue totalmente sorprendido cuando su víctima no se acobardó. La velocidad, el poder, eficiencia y agresividad del contraataque varia ampliamente, pero el sólo hecho de su existencia fue el más elemental componente de su éxito. Si ud tiene amigos en las fuerzas del orden, pídales que le cuenten la broma del "día de los inocentes". Es un poco salvaje para una publicación de este tipo, pero aclara el punto -y es muy divertida- Su moraleja es la moraleja de este manual: El delincuente no espera que su presa ofrezca pelea. Quizá nunca lo elija a usted, pero si lo hace, sorpréndalo.   


Unas palabras finales
Este ensayo sirve a un propósito. La combinación de la moderna ciencia médica y el estado de bienestar ha generado condiciones de sobrepoblación y hastío, los cuales, incrementados por la creciente población mundial, ha resultado en una incuestionable caída de la seguridad personal.

Antes de la segunda guerra mundial, uno podía pasear en parques y calles con casi ningún riesgo, al menos no con mayor riesgo que el de manejar por una autopista. Una joven mujer no necesitaba ser acompañada. Uno podía pedir ayuda en la calle con seguridad. Encontrarse con otro cazador armado era ocasión para la camaradería en vez de un alerta roja. Esto ya no es asi. Hoy, y en un futuro previsible, el problema del riesgo personal es mucho mas serio que hace tiempo.

Nuestras fuerzas policiales hacen lo que pueden, pero no pueden protegernos en todo lugar ni todo el tiempo. Demasiado a menudo ni siquiera pueden protegerse ellos mismos. Su propia seguridad física depende de usted mismo, como siempre lo fue realmente.

Los principios aquí enunciados, son resultado de un gran trabajo de estudio y consulta, además de una buena cantidad de experiencia propia. Tómelos seriamente, ellos podrían salvar su vida.

Existe siempre un elemento de suerte en cualquier clase de conflicto, y yo no conozco ninguna manera de garantizar el éxito en todas las instancias. Sin embargo, lo que si se, es que si esa docena o más de víctimas de las atrocidades que se hicieron conocidas en el país en años recientes hubieran leído este libro, y hubieran hecho caso a lo que leían, ellos podrían haber sobrevivido a esos ataques .Y además, un pequeño pero selecto grupo de escorias podrían no estar vivos hoy, rebotando de corte en corte, de cárcel en cárcel, costándonos dinero que podría ser mucho mejor empleado.

El General George Patton les decía a sus oficiales: "No se preocupen por sus flancos. Dejen que el enemigo se preocupe por sus flancos".

Es tiempo que la sociedad deje de preocuparse por el delincuente y deje que el delincuente empiece a preocuparse de la sociedad. Y por "sociedad" quiero decir USTED.
amat victoria curam

Mandragora

Gracias compañero muy bueno. Un abrazo.

PerroTurco


viajero2008

Es satisfactorio saber que les parecio bueno estimados Mandragora y Perro Turco, eso quier decir que si será de utlidad. saludos.
amat victoria curam

viajero2008

Erik D. Lawrence un ex FF.EE. y reconocido instructor opina que: "probablemente la pregunta que es más comúnmente formulada acerca de los principios de la defensa personal es aquella que se relaciona o se refiere al miedo o al temor". Acotando que se debe tener en cuenta que EL MIEDO ES UNA DE LAS GRANDES MOTIVACIONES DEL SER HUMANO. ¿De qué manera nosotros debemos examinar el miedo y lograr que este trabaje a favor nuestro?. Empecemos por conocer que origina en nuestro cuerpo y mente y como podemos manejar y sacar provecho de estos efectos.
amat victoria curam

Ratonpt